¿Como podemos ayudar a cuidar la salud mental en nuestros niños ante la cuarentena por la pandemia del Coronavirus?
En el mundo, actualmente estamos ante un fenómeno de pandemia que nos lleva a estar en casa en aislamiento social y que, al mismo tiempo, está generando importantes repercusiones a niveles sanitarios, sociales, económicos y psicológicos, a corto, mediano y largo plazo. Esta crisis provoca, en diferentes grupos etarios, períodos de incertidumbre, alarma, miedo, ansiedad y una variedad de reacciones emocionales.
Ante esta crisis, muchos padres con niños pequeños se preguntan cómo afrontar las diferentes reacciones emocionales y conductuales que presentan durante el confinamiento, ya que su rutina diaria ha variado significativamente, porque es una etapa en que no se va a la escuela, no hay paseos por los parques, no se puede caminar por la calle con su mascota e interaccionar con otros niños de su edad. Realmente es un gran problema para los padres y los niños porque no se podrá realizar actividades o juegos al aire libre, debido al aislamiento, esto va a aumentar la irritabilidad del menor y el estrés que puede llegar a afectar su estado emocional.
La abundancia de noticias e imágenes recibidas por los medios de comunicación sobre los alarmantes números de contagios y fallecidos en la comunidad genera en los adultos reacciones emocionales que se pueden ver reflejadas en sus actitudes y gestos faciales: signos de angustia y preocupación que pueden ser percibidos, con mucha facilidad, por sus niños y esto puede generar gran impacto en los pequeños.
Los cambios conductuales y emocionales que presentan los niños en este periodo de confinamiento por la pandemia del coronavirus pueden darse de las siguientes formas:
- La ausencia de su rutina diaria de juego u otras actividades diarias usuales puede dar lugar a un cambio súbito de humor y aumentar las discusiones o riñas con los hermanos.
- Se puede incrementar el número de rabietas y conductas de desobediencia ante las ordenes que le dan los padres o tutores.
- Dificultades para dormir, como pesadillas, pavores nocturnos o insomnios.
- En otros casos, también, se puede presentar o incrementar una conducta hiperactiva, es decir el niño camina o corre de una habitación a otra dentro de la casa, no puede estarse quieto por un largo tiempo.
¿Qué deben hacer los padres y madres para mitigar estas reacciones emocionales y conductuales en sus niños frente a esta experiencia del aislamiento social y pandemia del coronavirus?
Según Eduardo Paolini, Psicólogo Clínico (Madrid,2020) se considera conveniente establecer nuevas rutinas estables, un orden mental con acciones ordenadas en el tiempo, un plan de vida cotidiano, que incluya horarios que respeten los ciclos circadianos normales (día/noche), ejercicio físico y juegos activos, formas y horas de alimentación, higiene personal y del sueño, evitando pantallas y noticias dos horas antes de dormir (el consumo excesivo de noticias puede tener un efecto tóxico).
Las rutinas son importantes para los niños porque les da seguridad y tranquilidad, sabiendo siempre lo que va a ocurrir después. Porque ellos sabrán que es lo que hay que hacer durante el día y que toca hacer cada hora y cada día, e inclusive si saben leer se les puede hacer un horario (cronograma) y si no saben leer se puede realizar un horario con imágenes.
Asimismo, se debe motivar a que la familia y especialmente los niños participen de pequeñas satisfacciones reconfortantes y emocionantes, por ej. esperar juntos y unidos las 8:00 PM en ventanas y balcones. Solidaridad y generosidad, la liberación que otorga el aplauso ente todos y para todos. Desdramatizar lo insólito, respetando las diferencias, formas y vivencias particulares de cada casa. Nuestro drama y nuestra catarsis colectiva. Es importante ser conscientes del sentimiento de impotencia para regular los niveles de exigencia y sentimientos de culpa naturales en los padres y utilizar el humor, la creatividad, el ingenio y cualquier forma sublimatoria de descarga emocional para mitigar la situación. No ocultar, ni distorsionar, información adecuado a la compresión cabal de cada edad y niño en particular. Tomar lo que acontece con naturalidad, por ej. catarros, donde nos recuperarnos juntos… Contagiar lo bueno de cada uno. (E. Paolini,2020).
También podemos utilizar distintas técnicas para que los niños puedan expresar sus miedos o dudas de todo lo que vienen percibiendo en su entorno, una forma puede ser a través del dibujo, la pintura, la plastilina, etc. Son técnicas que ayudan a canalizar sus preocupaciones y preguntarles que significa este o tal dibujo y poder explicarle en forma natural y sencilla la información equivocada que pueden tener en su mente.
Otra forma de ayudar a los niños a disminuir el impacto psicológico que genera el aislamiento social es a través de la música, porque el escuchar música, cantar o bailar les libera o descargar de energía, por ejemplo, cantar en alta voz o saltar al ritmo de la música. (S.Tarí, 2020).
Si bien es cierto que debemos estar informados, pero es imprescindible no hacerle partícipe de la gran cantidad de noticias a los niños e incluso a veces se comete el error de hacerlos callar para escuchar las noticias de la televisión o la radio o no permitirle ver su programa favorito de entretenimiento para dar prioridad a dichas noticias. Los niños no deben estar escuchando estas noticias en forma diaria que el coronavirus mata a personas mayores, “como mis abuelos”, o personas con cardiopatías o problemas respiratorios “como la que yo tengo, mi mamá o mi tío”. Tengamos presente, debemos informarnos pero que no estén presente los niños mientras lo hacemos (S.Tari,2020).
Otras de las actividades que se puede hacer con los niños, dentro de su nueva rutina diaria, es mantener contacto con los abuelos, primos, tíos y amigos de la escuela, que normalmente han estado presente en su vida diaria, aquí es importante hacer uso de la tecnología a través de llamadas por vía telefónica fija o por celular, utilizar las videos llamadas que nos ofrece diferentes aplicaciones de la tecnología (messenger, Skype, Facebook, wasap, zoom, etc.).
Y finalmente no debemos olvidar algo muy importante, que muchas veces por las distintas tareas o responsabilidades de trabajo que tenemos los adultos y que se reducen por falta de tiempo en la vida normal, es compartir momentos de acompañamiento con los niños, creando un espacio para ver una película, escuchar música juntos, leerles cuentos o anécdotas que han sucedido en la familia y que quizás el niño no recuerde o historias de cómo éramos de niños, esto lo podemos hacer durante la hora de almuerzo, de la cena o antes de dormir y que se puede alternar entre el padre, la madre u otro adulto que vive en casa. Tengamos presente que el bienestar de los niños es también de los adultos. (S.Tari,2020).
Una recomendación más, retomemos el juego con los niños, sobre todo los juegos de mesa, como el ludo, las damas, las cartas, el bingo, saquemos de los “baúles” los rompecabezas de 50, 100 , 500 o más y armémoslo en familia si en caso la casa es pequeña, si es una casa mas amplia recurramos a los juegos de nuestra infancia: “a las escondidas” , “a las chapadas” “a inmóvil”, “a las estatuas”, “a la soga”, etc.
Espero que estas recomendaciones y orientaciones les puedan servir de algo y tratemos de que la comunicación con los niños y todos los integrantes de la familia sea alegre, abierta, amable, tolerante, sincera y en esencia bueno. Seamos creativos y siempre busquen información que los ayude a mejorar el trato con nuestros niños para mantener un ambiente familiar saludable y productivo.
Luis Óscar Velásquez Aguila.
Psicólogo Clínico y docente universitario
Autor del libro: Niños Hospitalizados
Referencias Bibliográficas:
- Paolini, Eduardo, “El grupo operativo en casa”. España, 2020
- Tarí, Susana, “El efecto psicológico de la cuarentena en los niños debido al coronavirus ¿cómo ayudarles a superarlo? España, 2020.